Con un sistema de funcionamiento basado en el mismo principio que el de la calefacción eléctrica, la calefacción cerámica nos permite realizar instalaciones a mayor altura, que requieran evitar puentes grúa o que, por la disposición de la nave, no permitan instalar en otro lugar. Al igual que el anterior sistema, se calefactan sólo las zonas deseadas, permitiendo ahorrar en consumo y evitando la pérdida de calor. Debido a que el calor pesa menos que el frío, este tiende a subir, perdiéndose por salidas de la nave. Nuestros sistemas de calefacción irradian calor, por lo que evitamos la pérdida innecesaria de energía.